domingo, 12 de enero de 2020

Nuevas Masculinidades


"Masculinidades en positivo, una oportunidad de combatir el sistema patriarcal".
Por. Sergio Hernández Briceño


En el presente escrito sera realizado un análisis sobre las expresiones de las masculinidades aglutinadas en el imaginario social y la manera en la que puede ser trabajada desde este enfoque, la prevención de la Violencia Basada en Género; al mismo tiempo seran identificadas acciones implementadas con el uso de herramientas metodológicas participativas para la promoción del bienestar integral de las familias y sus integrantes.

Tal como lo menciona, Welsh, P & Piñón F “cuando hablamos de la masculinidad nos referimos a un conjunto de actitudes, valores y conductas consideradas aptas para los varones. Es un modelo histórico sociocultural de ser hombre que se construye sobre la base del sexo biológico”. (Wesh, 2003).

Las nuevas masculinidades en positivo tienen como reto identificar momentos y elementos claves en la construcción social de las identidades masculinas para evidenciar aquellas prácticas abusivas de poder e identificar Violencia basada en el género y Violencia generacional en las familias y la sociedad nicaragüense. De esta forma se podrá aportar en la búsqueda de nuevas propuestas metodológicas para continuar con el trabajo de prevención de violencia por parte de los hombres.

Las acciones realizadas para la prevención de la violencia basada en género contribuyen a crear una cultura de paz en la sociedad. Puesto que para realizar acciones de concientización se parte desde el sentir identitario de cada hombre. Siendo el predicamento en cuestión: "Los hombres seguimos un patrón de comportamiento y conducta normado por la sociedad o realmente estamos obedeciendo a nuestros intereses estratégicos”. De ahí el hecho de que una pregunta en apariencia sencilla como “el significado de ser hombre”, puede generar respuestas carente de argumentos e incluso incoherentes por parte del género masculino.

Debido a que los hombres en su mayoría defienden su identidad amparándose de un constructo social que les define como fuertes, dominantes, violentos y temerarios. Los argumentos que pretendan contradecir ese tipo de masculinidad, terminan siendo vistos como burdos intentos por desplazar este tipo de categoría social defendida por generaciones de hombres que están acomodados en un sistema que avala el abuso de poder, normaliza y justifica el ejercicio de violencia hacia las mujeres y entre los mismos hombres.

Por tanto las acciones preventivas resultan indispensables para crear conciencia en los hombres que ejercen violencia y bien actúan como cómplices de las mismas. Claro está que la prevención es un escalón amplio que solo tiene cabida al momento de dimensionar la problemática como un problema real y significativo en la sociedad, por ello se inicia trabajando en función de informar acerca de las definiciones, expresiones, justificación y efecto que tiene la Violencia Basada en Genero (De ahora en adelante VBG) y Violencia Generacional (De ahora en adelante VG).

Al definir la VBG se incluyen elementos relacionados al reconocimiento de un tipo de violencia a como en efecto lo es la Violencia Física, sin embargo la misma VBG es mucho más amplia puesto que daña lesivamente las dimensiones físicas, emocionales, patrimoniales en las mujeres. Al mismo tiempo se notan justificantes de la VBG hacia las mujeres, siendo en el caso concreto en la cita del informante, la presencia de alcohol y demás sustancias controladas.

El análisis a profundidad hacia los efectos y expresiones de la violencia Basas en Genero por parte de los hombres, suele tener una explicación lógica y es precisamente la falta de desapego por una posición ventajosa androcéntricamente hablando a lo largo de la historia.

Algunos efectos de este notorio androcentrismo se divisan a partir de aspectos claves en la sociedad como por ejemplo en la división sexual del trabajo, misma que denota la forma en la cual desde siglos pasados el trabajo de las mujeres han tenido que hacer un plus esfuerzo para ser reconocidas, más allá de su reclusión en el ámbito privado, siendo socialmente aceptado que los hombres participaran más activamente que las mujeres en un ambiente público, incluyendo los asuntos del Estado, de la economía y la producción de artes y ciencias.

La transmisión del conocimiento se hacía desde visiones totalmente masculinas, de hecho algunos espacios tales como los negocios o la política quedaban siempre reservados al grupo de varones y aunque algunas mujeres destacaban por su capacidad de generar una nueva visión, lamentablemente siempre fueron tratadas y consideradas como “excepciones” (Garrocho, F  2012).

Si bien es cierto hablar del tema de género ha sido una visión y trabajo de lucha por lograr la  igualdad entre mujeres y hombres desde la primera ola del feminismo en el siglo XIX; el hecho de hablar por las masculinidades es relativamente más reciente.

El aporte desde la prevención es de gran relevancia para crear estrategias de trabajo en diferentes sectores tal como lo menciona Hernández en su artículo de “Estudios sobre Masculinidades, Aportes desde América Latina”

“Que los trabajos realizados a finales de la década de los noventa en Latinoamérica, coinciden al analizar la producción de la masculinidad e identidad masculina en relación al llamado “modelo de masculinidad hegemónica” o “modelo normativo de masculinidad”  es por eso que se proponían ejes temáticos como construcción de la identidad masculina, la paternidad, los ámbitos de las relaciones entre la salud reproductiva y la sexualidad masculina” (Hernández, 2017)

Los ejes temáticos de paternidad responsable, los derechos sexuales y derechos reproductivos así como el propio tema de la identidad sexual, representan en muchos hombres, elementos particulares de la identidad masculina, por lo cual abordarlos en el marco de los procesos de reflexión y formación suele ser una línea base en este sentido.

Teniendo en cuenta lo anterior podemos recalcar lo reciente que es el trabajo con hombres  para  la prevención de Violencia Basada en el Género y Violencia Generacional; sin embargo eso no ha sido obstáculo para la construcción de guías reflexivas y manuales que abordan diferentes ejes temáticos con metodologías participativas y vivenciales a nivel nacional e internacional.

Welsh, P & Muñoz, X en su guía elaborada en el año 2004, expresa que para reflexionar sobre hombres de verdad o la verdad sobre los hombres realizada en Nicaragua; es necesario construir propuestas metodológicas que potencien y faciliten procesos. Además menciona que la metodología de educación popular, en particular, aplicada a la propia subjetividad, es de suma importancia para facilitar la desarticulación de actitudes, valores y comportamientos machistas, y la construcción de alternativas y alianzas basadas en la equidad de género.

Si bien es cierto existen instancias interesadas en trabajar la prevención de la violencia con hombres, las cuales diseñan proyectos con ejes temáticos centrados en las nuevas formas de masculinidades con hombres en las zonas urbanas  y rulares del país; aún quedan muchos desafíos entorno a las estrategias de trabajo a utilizar en los diferentes contextos nacionales.

Podemos decir que el abordaje de nuevas masculinidades, además de ser un desafío actual, nace a raíz de la necesidad de crear nuevas pautas de vivir el relacionamiento masculino, todo desde la condición de hombres, con enfoque de derecho y género; donde sea fomentado el respeto y la equidad para la prevención de Violencia Basada en el Género.


Sergio Hernández Briceño (Técnico psicosocial, antropológo & Abogado)

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