"El Movimiento Estudiantil en la conquista y defensa de la autonomía universitaria".
Sergio José Hernández
Briceño
Introducción
La
obtención de la autonomía universitaria representa un logro cuyos antecedentes
en ámbitos latinoamericanos se remontan a una época de clérigo en donde la
educación superior estaba sujeta a la libre manipulación del poder ejecutivo o
bien del sistema eclesiástico.
El
eco revolucionario latinoamericano de una situación dificultosa para la
educación superior llego hacia los actores sociales más incidentes en este
contexto nacional: “los universitarios” quienes representan un sector social
con plena capacidad organizativa empleada como apoyo para que el movimiento
estudiantil crease estructuras lo suficientemente capaces de afectar e incidir
en los engranajes políticos y jurídicos que demandaban ser reformados por parte
del sector estudiantil.
El
movimiento estudiantil encontró apoyo de parte de los sectores populares de la
sociedad y de figuras académicas y jurídicas como el doctor Mariano Fiallos Gil,
Carlos Tunnermann y Eduardo Conrado Vado.
Quienes en el actuar mixto y destinado a una meta en común lograron que en
el año de 1958 fuese alcanzada la autonomía universitaria.
Este
logro para la educación superior representa los esfuerzos de muchas
generaciones de estudiantes y sociedad civil que emplearon los medios
necesarios para lograr obtener un derecho inalienable para las universidades donde
se aboga por la formación académica, personal y social de los jóvenes que
acceden a este sistema educativo.
Para
el desarrollo del presente ensayo se hizo una investigación documental
exhaustiva con la que se procedió a la recopilación, lectura y análisis del
material bibliográfico empleado para presentar el escrito.
Desarrollo.
El
movimiento estudiantil es parte de una corriente latinoamericana en cuyo contexto
del siglo XIX se impartía una formación donde el dogma religioso era influyente
en una educación superior, esto se debía precisamente a que “Las universidades de América Latina son casi
todas de origen español y hasta la revolución universitaria, el espíritu de estas
universidades se conservaba arcaico basado en prejuicios religiosos y sin
progreso apreciable” (Menjivar, 1985)
Dicha
revolución universitaria consistía en la ruptura de los esquemas religiosos que
aliados con el poder ejecutivo realizaban intervenciones constantes en los
centros universitarios.
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Movimiento estudiantil de córdoba. |
Finalmente
las inconformidades de los estudiantes latinoamericanos se ven manifiestas en
la universidad de córdoba en Argentina, representando la reforma de Córdoba (1918)
un modelo con el “que los estudiantes
latinoamericanos definen su proyecto estudiantil y universitario, el proyecto
cordobés planteaba entre otros objetivos la autonomía universitaria como
condición fundamental para evitar el control estatal” (Menjivar, 1985, pág. 255)
Estos
anhelos de una autonomía universitaria eran sentires similares en todos los
contextos universitarios latinoamericanos, destinándose en función de este
sentir actividades desarrolladas por el movimiento estudiantil cuyo propósito
era la reforma de una realidad social adversa a los deseos y anhelos del
estudiantado.
Los
estudiantes en Nicaragua retomaron el modelo cordobés como forma de frenar la intervención
del poder ejecutivo en las gestiones realizadas a lo interno de la universidad,
precisamente porque el movimiento estudiantil estaba enfrentando “En la década de los 40 y 50 el principal
objetivo de obtener la autonomía. Igualmente se establece la inviolabilidad de
los recintos universitarios, definiendo espacios democráticos en los momentos
de grandes tensiones” (Menjivar, 1985, pág. 245).
Los
propósitos del Movimiento estudiantil eran claros, sin embargo sus metas
estaban en contraposición con los intereses de una clase burguesa y política
cuya perpetuidad en el poder representaba mayores intereses que las demandas transmitidas
por los estudiantes. Consientes
de esto al inicio del año electivo de
1939 a 1940 en el mes de Julio las diferentes escuelas eligen sus
representantes y forman la asamblea general de la directiva del Centro
Universitario. Sin embargo las inconformidades estudiantiles y su crítica
seguían viéndose expresadas en actividades culturales como el teatro, poesía,
carnavales y veladas. (Guerrero, 2009, págs. 27-29).
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Recinto, UNAN - León, fuente archivo UNAN |
Pese
a lo expresado anteriormente el movimiento estudiantil logra evolucionar irónicamente
a partir de la clausura de la universidad de Granada, momento a partir del cual
“la juventud universitaria nicaragüense
encontró su Alma Mater en la centenaria Universidad de León, fundada en 1816 y
elevada a categoría Nacional el año de 1947” (Bernheim, 2008, pág. 4)
Esta
acción de cerrar más universidades represento una reforma positiva para el
movimiento estudiantil debido a que a partir
de ese acto existían más voces a favor del cambio y reforma social; tras
la unión de sentires y pensares revolucionarios la legitimación de un espacio
democrático a lo interno de la universidad era una necesidad compartida bajo un
contexto en el que se reprimía la opinión pública o se mantenía extinta la voz
de un pueblo ante las inconformidades e injusticias vividas en la época de la
dinastía somocista.
A
partir de esta unión estudiantil se comenzó a manifestar “la inquietud de los estudiantes, inconformes con el régimen
administrativo de su Universidad, entregada por completo a las directrices del
Ejecutivo a través del -Ministerio de Educación Pública amo y señor de los
destinos del Alma Mater”. (Bernheim, 2008, pág. 2)
Es
por esto que históricamente se considera que “El movimiento estudiantil ha jugado un destacado papel político en Centroamérica.
Cuando los gobiernos cierran los canales de participación popular” (Menjivar, 1985, pág. 242). Esto debido a
que la unión de los estudiantes representó un fuerte social en el que estos
actores claman a una sola voz sus demandas y necesidades en los planos
políticos, sociales, económicos, académicos entre otros.
En
respuesta a las represiones que el gobierno imponía sobre el movimiento
estudiantil se funda en “1952 En
Nicaragua el círculo de Estudios Jurídicos y Sociales (C.E.J.I.S) que elaboró
un proyecto de universidad autónoma bajo la influencia de los reformistas
argentinos”. (Menjivar, 1985, pág. 262). Una universidad
autónoma significaba para todo el estudiantado libre practica de una democracia
política y respeto por los recintos universitarios en donde estos jóvenes se
estaban formando.
La
búsqueda de la autonomía sin duda evidenciaba que las represiones del tirano no
estaban doblegando al movimiento estudiantil sino que por el contrario estaban
dándole a esta organización herramientas y formación de una filosofía
revolucionaria empleada para contrarrestar el contexto social que se estaba
viviendo.
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Mariano Fiallos Gil - Padre de la autonomía Universitaria |
El
proyecto de autonomía incluyo la asesoría del doctor Mariano Fiallos Gil quien
manifestaba en relación a este proyecto lo siguiente. “Esperamos que el supremo gobierno sepa comprender que la vida de un
país, su prestigio, su futuro y su grandeza, dependen de la función educativa y
que esta debe emanar en todos sus aspectos de la universidad” (Gil, 1994, pág. 44).
Simultáneamente
a la elaboración del proyecto de autonomía “el
grupo de "EL CEJIS" organizó un ciclo de Conferencias para
estudiantes y Catedráticos, sobre los diferentes aspectos de la Autonomía
Universitaria” (Bernheim, 2008, pág. 22). Esta acción emitida de parte del movimiento estudiantil
dio pase a la “creación de un Comité
Permanente Pro- Autonomía Universitaria del cual fue nombrado Presidente uno de
los miembros del CEJIS, el estudiante Br. Carlos Tünnermann Bernheim” (Bernheim, 2008, pág. 23)
Claramente
las actividades que el movimiento estudiantil estaba desempeñando en relación
al logro de la autonomía estaban gestando estructuras políticas a la que los
estudiantes irían sumándose a favor de la obtención de este logro histórico
para la nación.
Las
acciones del movimiento estudiantil estaban en pro de la función educativa y
formadora en ámbitos académicos y sociales, que representaban uno de los
intereses principales del ante proyecto, entendiéndose con ello que la
universidad debería de ser democrática y libre de influencias externas que
afectaban a esta alma mater, por ello el “El
anteproyecto… contempla la autonomía universitaria para el desarrollo armonioso
de los estudios superiores de la nación” (Gil, 1994, pág. 42).
La
propuesta del proyecto para la autonomía universitaria se basaba entre otros
ámbitos en la ampliación de la misión de esta alma mater que “sólo contemplaba la finalidad profesional y
científica, olvidándose de la finalidad social que hoy en día no puede pasar
inadvertida ya que la Universidad debe también formar en el estudiante una
amplia conciencia social” (Bernheim, 2008, pág. 5)
Lo
expresado con anterioridad da testimonio de que la búsqueda de la autonomía
universitaria era análoga a la búsqueda de un desarrollo integral donde
existirían beneficiarios directos (gremio estudiantil) e indirectos (la
sociedad en general); el ante proyecto de la autonomía tipificaba algunos
fundamentos entre los que destacaban “la
libertad de pensamiento, de catedra y de investigación pues la libertad es el
único clima propicio para lograr lo que buscamos: la formación de una juventud
capaz de enfrentarse a las dificultades de la ciencia y de la sociedad en la
que vivimos, de resolver sus problemas y de sentirse incorporada y responsable
al destino del pueblo nicaragüense” (Gil, 1994, pág. 42).
La
formación integral del estudiante era un aspecto prioritario reflejado en el
ante proyecto de la autonomía universitaria en el que de igual modo se
manifestaba el interés por asegurar la formación de un actor social positivo y provechoso
en las esferas sociales, políticas, económicas del país, por ello se abordaba
la prioridad de “Ser escuela de civismo
dice el anteproyecto y lo dice porque se sabe que un estudiante llegara a ser
un líder, un privilegiado de la inteligencia y de la conciencia, para encabezar
la vida de la sociedad. (Gil, 1994, pág. 42)
Finalmente el anteproyecto
fue “a finales de 1953 extendido a la población y posteriormente llevado a
discusión el 5 de Octubre de 1955 para
ser rechazado por la mayoría del congreso somocista” (Bernheim, 2008, págs. 41-42). Sin
embargo tras este rechazo el movimiento estudiantil trabaja en pro de fungir
voces críticas en contra de un sistema de estado que resultaba ser benevolente
para la minoría poblacional y accidentado para un sector social más amplio.
“En el mes de Octubre de
1955, el Comité de Acción Permanente Pro-Autonomía Universitaria, consiguió la
colaboración del Diputado al Congreso Nacional, Doctor Eduardo Conrado Vado,
para presentar por su medio el Proyecto de Ley Orgánica para la Universidad” (Bernheim, 2008, pág. 23). En
el momento en que se estaba desarrollando los alegatos en relación a la pronta
y necesaria aprobación de la ley, el movimiento estudiantil organizo grupos
para que hiciesen presencia en la sala de audiencias portando cartelones que
citaban lo siguiente: "La Autonomía
Universitaria por una Patria mejor"; "Venimos los Universitarios por
la Autonomía"; "Queremos la Autonomía sin distingos políticos";
"La Autonomía es una necesidad Nacional"; y otros” (Bernheim, 2008, pág. 24).
Sin
embargo pese a todos los esfuerzos se rechaza el proyecto de ley de la
autonomía por una abismal diferencia de 23 votos en contra y 3 a favor, acusándosele
al proyecto de ley como anticonstitucional, este acto expresaba la forma en la
que las autoridades políticas del país estaban “repudiando así los más caros anhelos de la parte más valiosa de la
juventud nicaragüense: los estudiantes universitarios, y castigando con ese
rechazo la postura, siempre digna y libre de los universitarios ante la
dictadura” (Bernheim, 2008, pág. 32).
Tras
este fracaso el movimiento estudiantil empieza a organizar frentes políticos
académicos que encuentran su manifestación más clara para “1956 cuando en
Nicaragua empieza a funcionar una célula activa de estudios marxistas (de la
que formaban parte Carlos Fonseca Amador y Thomas Borge) cuyos militantes
controlaban el periódico “El Universitario” y en 1959 se crea la juventud
patriótica de Nicaragüense (estos miembros de las dos organizaciones pasaron
luego al Frente Sandinista de Liberación Nacional fundado en 1961)” (Menjivar, 1985, pág. 248).
La
situación del contexto nacional tras la no aprobación del proyecto
universitario implicaba que la figura de Somoza Debayle “pasaría a la historia como enemigo del progreso intelectual del país,
pues un país sin Universidad, no sería civilizado y la Universidad sin Autonomía,
no es verdadera Universidad, sino apenas un triste remedo de ella” (Bernheim, 2008, pág. 27).
Las
presiones del movimiento estudiantil por la conquista de la autonomía
universitaria no cesaron, al contrario las injusticias cometidas avivaban la
llama de todos los estudiantes quienes emplearon los medios necesarios para
lograr lo que por derecho le era justo.
Las
constantes presiones del colectivo de estudiantes sumadas a la toma de rectoría
asumida por el Doctor Mariano Fiallos Gil en 1957 “revelaba un cambio de actitud en la política del Gobierno en relación
con los destinos del Alma-mater por ser el Doctor Fiallos persona alejada de
los ajetreos políticos”. (Bernheim, 2008, pág. 40).
El
doctor Fiallos dejo clara su postura inerte en los ámbitos políticos y abogó
por la causa emprendida por el movimiento estudiantil la cual había compartido
desde antes de la toma de su actual cargo, entre las condiciones que el doctor
propuso estaban las siguientes "Apoliticidad
Universitaria, Autonomía Relativa y completa autoridad del Rector en el Alma
Mater” (Bernheim, 2008, pág. 46).
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Estudiantes marchando por su autonomía universitaria. |
Cuatro
meses después de que el doctor asumiese su cargo para “Septiembre de 1957 estaba listo el Anteproyecto de Ley Orgánica de la
Universidad Nacional que fue profusamente distribuido entre el estudiantado y
el cuerpo de profesores con el propósito de conocer la opinión del
universitariado sobre el mismo. (Bernheim, 2008, pág. 50).
Haciéndose
efectivo en marzo de 1958 que “el
señor Presidente rubricaba el Decreto Número 38 que contiene la Ley Orgánica de
la Universidad Nacional, concediéndole Autonomía económica, administrativa y
docente”. (Bernheim, 2008, pág. 60).
La
autonomía era la voz clara en respuesta a una demanda sentida y meritoria de
una pronta solución precisamente porque a como lo expreso el Doctor Mariano
Fiallos Gil “los universitarios forman un
gremio completamente aparte a lo que se les supone una dignidad de tipo
exclusivo” (Gil, 1958, pág. 38)
Las
formas en la que los estudiantes se organizaban revelaban la importancia que
tiene “La representación estudiantil como
arma reivindicativa y política de gran efectividad para las luchas internas, la
autonomía universitaria ganó un espacio democrático respetado a nivel nacional
y la acción social universitaria actuaba
como un valioso medio de articulación con las masas populares” (Menjivar,
1985, pág. 269).
Sin
duda alguna el protagonismo, liderazgo e incidencia del movimiento estudiantil
en pro de “La autonomía universitaria es
y ha sido siempre desde el pronunciamiento de córdoba (Argentina) uno de los
postulados alrededor del cual gravita la política universitaria
hispanoamericana” (Bernheim, 2008, pág. 6). La corriente
filosófica revolucionaria del movimiento estudiantil en ámbitos
latinoamericanas encontraba finalmente su manifiesto en este logro histórico.
Pese
al logro que representó para el movimiento estudiantil obtener la autonomía,
posteriormente se dio pase a un contexto accidentado donde las demandas del
movimiento estudiantil se re direccionaban hacia la defensa de la joven
autonomía y la obtención de un mejor financiamiento precisamente porque “La autonomía sin financiamiento adecuado
no permite un amplio desarrollo universitario y menos aún la democratización de
la enseñanza” (Menjivar, 1985, pág. 262).
El
movimiento estudiantil tras el logro de la autonomía logro adecuarse a una
línea más revolucionaria y organizativa con la que pretendía defender por los
medios que fuese necesario su derechos a la educación democrática y gratuita,
tras la conquista de la autonomía “se le
permitía al estudiantado tener mayor
libertad de expresarse…existía un poco de seguridad ante la represión de la
guarida nacional y la participación estudiantil en las juntas universitarias. (Guerrero, 2009, pág. 42)
Ejemplo
de esta libertad se manifestó en el comunicado que el movimiento estudiantil
emitió debido a la llegada de Milton Eisenhower (representante de los Estados
Unidos a Nicaragua) en 1958 a Nicaragua en el que se le exigía que se respetase
la soberanía del pueblo nicaragüense e independencia del mismo en referencia a
los juicios que este personaje pudiese emitir en relación a la situación del
país.
Existen
cuatro momentos posteriores a la conquista de la autonomía universitaria de
1958 que evidencia las acciones comandadas por el movimiento estudiantil en
defensa por el reciente logro de la educación superior, en cada uno de estos
cuatro momentos el rol del movimiento estudiantil se exalto como un espacio del
que emanaban acciones beligerantes.
El
primer momento hace alusión a la masacre estudiantil de 23 de Julio de 1959 cuando
el Doctor Mariano Fiallos Gil estaba reunido con Somoza abordando aspectos
relacionados a la situación de la universidad.
La
noticia del conflicto entre estudiantes y Guardia Nacional desarrollada ese día
había llegado a los oídos de Somoza justo en el momento en el que el doctor
Fiallos Gill daba inicio a sus argumentos por los cuales era pertinente
otorgársele a la universidad un mayor presupuesto constitucional, Somoza
interrumpe los alegatos del rector para expresarle que había ocurrido un incidente
en León y que era meritoria su presencia en ese incidente, en el que algunos
estudiantes habían sido “golpeados”.
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Titular de la Prensa, fuente LA PRENSA |
“El incidente seria
recordado por el martirologio nicaragüense como la masacre estudiantil; al final
los muchachos golpeados resultaron ser cuatro estudiantes muertos y ochenta
heridos”. (Urbina, 1979, pág. 225).
Entre los estudiantes muertos figuraban los nombres de José Rubí Somarriba,
Mauricio Martínez Santamaría, Erick Ramírez Medrano y Sergio Octavio Saldaña
González.
El
acto de la masacre estudiantil teñía de sangre el alma revolucionaria de todos
los dirigentes estudiantiles que comprendían que para lograr un cambio real,
las acciones debían ser más fuertes que antes. Los cuatro estudiantes caídos cumplían
con la frase célebre de Edgar ¨la gata Munguía” quien consideraba que “Los verdaderos Héroes no son los que
esperan vivir de la revolución, los verdaderos Héroes son los que dieron la
vida por la libertad y la revolución” (TRINCHERA, 2014)
Cuatro
días después de la masacre el doctor Fiallos se pronunció en el diario
Novedades con un telegrama en nombre de la universidad denunciando el acto de
cobardía en contra de jóvenes estudiantes
indefensos…. cuyas únicas armas portadas durante su desfile de novatos eran sus
palabras, nobleza, patriotismo y generosidad juvenil. (Avendaña, 1960, págs. 127-128)
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Titular de la trágica noticia. |
Desde
esta masacre estudiantil del 23 de Julio el movimiento estudiantil CUUN se
forjo de nueva cuenta con mejores estrategias de organización, lucha y
compromiso ante las acciones y legados que los jóvenes mártires les habían
heredado a las nuevas generaciones estudiantiles.
En
efecto la nación estaba de luto y el movimiento estudiantil retornaba a las
dinámicas académicas con una visión distinta y un alma revolucionaria más
encendida que antes. Ejemplo de estos actos fueron, huelgas de hambre y marchas
de protestas constantes como la organizada en Julio de 1969.
La
marcha de 1969 irritó a las autoridades políticas como el Doctor Alemán Sandoval
y Anastasio Somoza Debayle quienes emitieron respectivos comunicados donde
acusaban a las universidades de ser las causantes del clima de intranquilidad que
vivía la población nicaragüense, estas acusaciones amenazaban con lesionar los
avances que se estaban ejecutando en favor de la autonomía universitaria.
Ante
dichas probabilidades la Junta Universitaria emitió un pronunciamiento
justificando las acciones que llevaban a cabo los integrantes del movimiento
estudiantil, manifestando entre otros aspectos lo siguiente: “Nuestra actuación se ajusta a los altos
intereses de la Universidad y de la patria…. Si a veces reacciona violentamente
(el estudiante) es en gran parte porque reciben los jóvenes el ejemplo de los
adultos: el uso de violencia en muchos casos sin más sentido que el del
ejercicio de la violencia por la violencia misma (Urbina, 1979).
Para
la fecha de 1967 (Enero-Febrero) las acusaciones sobre la universidad seguían
versando entre las figuras políticas a tal grado de que se creó una comisión de
la cámara de diputados comandada por Cornelio Hueck (quien era presidente de la
cámara de diputados), todo con fines de conocer el tipo de cátedra y enseñanza
que se le estaba inculcando al estudiantado, así mismo se pretendía conocer las
posturas políticas que tenían los estudiantes y la institución como tal.
Indagar
sobre el tipo de cátedra impartida en esta alma mater representaba un acto que
violentaría los logros obtenidos a raíz de un esfuerzo constante e incasable
del movimiento estudiantil. Para contrarrestar las acciones previamente
descritas la comunidad universitaria teniendo como rector a Mariano Fiallos
Oyanguren; crea la comisión pro defensa de la autonomía universitaria, para defender
la libertad de cátedra y autonomía universitaria.
El
cuarto momento notorio en la defensa de la autonomía universitaria aconteció el
día 30 de Enero de 1978 en horas de la mañana, cuando un bus del RURD fue
tomado por casi 50 jóvenes universitarias para dirigirse hacia la sede de la
ONU en donde había una concentración civil que reclamaba por respuestas acerca del
paradero de muchos de sus familiares que en el clamor de la guerra yacían
desaparecidos, estas acciones eran promovidas por la Asociación de la Mujer
Nicaragüense ante la problemática Nacional (AMPRONAC).
Las
acciones en contra de esta manifestación fueron pronto ejecutadas y todas las
universitarias que habían tomado el autobús del RURD fueron presas y asechadas
durante la trifulca por gases lacrimógenos y gas mostaza. La indignación de tal
noticia consterno a los estudiantes universitarios del RURD y de todos los
recintos que hubiesen tenido noción de lo ocurrido.
Los
universitarios del RURD expresaban a una sola voz su inconformidad cuando de
repente: entre las colinas que bordean
por el sur al Recinto Universitario Rubén Darío (RURD) apareció un helicóptero
de verde-camuflaje que bajando a la altura de las acacias dejo caer entre
cuatro y seis bombas lacrimógenas…. Treinta minutos después el helicóptero
regreso dejando caer sobre la cabeza de cinco mil estudiantes, profesores,
trabajadores, un promedio de doscientas bombas lacrimógenas y vomitivas. (Urbina, 1979, pág. 240)
Cada
uno de los actos descritos con anterioridad evidencian la forma en la que el
movimiento estudiantil se encontraba imbuido en la problemática nacional y los
logros obtenidos a raíz de la unión de este colectivo estudiantil que se
conformaba no solo por estudiantes universitarios, sino también por estudiantes
de niveles de secundaria, cuerpo administrativo y docencia que ansiaban un
cambio que fuese beneficioso para los propósitos de formación académica,
personal, cultural y social de la universidad.
Si
bien es cierto “Toda la historia de la
educación de Nicaragua hasta 1977, está cargada de intromisión y dependencia,
en su interior se gestaron organizaciones tan contrarias a la dominación y tan
radicales como el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), Asociación
Estudiantil de Secundaria o la Federación Nacional de Maestros de Nicaragua o
movimientos como la de la Autonomía Universitaria, la lucha por el 2% para
la UNAN”
(GALVES, 1982, pág. 208)
Las
organizaciones estudiantiles mencionadas con anterioridad nacen de una fricción
de clases sociales en la que el movimiento estudiantil logró aliarse con la
clase obrera y popular de la nación con quienes se identificaban en sus
necesidades.
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Fotografía tomada del mural universitario. |
Cabe
destacar que en relación al FER esta organización estudiantil tuvo entre sus
dirigentes estudiantiles al muy conocido Edgard “la gata Munguía” quien fue presidente del CUUN (1969-1970) y era el máximo
jefe del FER en León, este dirigente estudiantil protagonizó un rol
importante desde la universidad a la revolución popular sandinista cayendo
abatido en Yaoska el 13 de septiembre de 1976” (Baltodano,
2010, pág. 6).
Contando
con la filosofía revolucionaria que guio a Edgar Munguía durante su trayectoria
y a fin de frenar los atropellos constantes en contra de la autonomía
universitaria vividos en un contexto de guerra es que en 1978 el CUUN se dirige
a las organizaciones juveniles de mujeres y gremiales para formar un solo
frente cuyas siglas serian M.P.U (Movimiento Pueblo Unido). (Guerrero, 2009, pág. 129).
La
meta principal del M.P.U era brindar apoyo a la revolución popular sandinista y
el derrocamiento del tirano “El M.P.U
estaba formado por 22 organizaciones entre ellas: Movimiento estudiantil de
secundaria (M.E.S), Frente Estudiantil Revolucionario Marxista-Leninista (
F.E.R.M.L), Asociación de Estudiantes de la UCA, Centro Universitario de la
Universidad Politécnica, Asociación de Profesores del Recinto Rubén Darío
(APRUD), entre otros” (Guerrero, 2009, pág. 130).
Las
luchas por la obtención y defensa de la autonomía universitaria lideradas por
el movimiento estudiantil dan muestras de los logros generados a partir de las
alianzas estratégicas entre estudiantes universitarios y la clase popular de la
nación.
Estas
alianzas estratégicas al mismo tiempo evidencian la forma en la que el
movimiento estudiantil ha estado en favor del bienestar social abogando por los
actores que han representado desde siempre el futuro de la nación: “la juventud”,
cabe destacar que los actos pro autonomía universitaria pasarían a los logros
históricos de la nación al igual que las luchas emprendidas en apoyo a la
revolución popular sandinista y las luchas estudiantiles del 6 %
constitucional, dando testimonios estos eventos del tipo de juventud
universitaria y revolucionaría que habita en el país.
Conclusiones
La
Autonomía Universitaria es considerada como un eco sonante en toda
Latinoamérica desde la reforma de la universidad de córdoba ameritándose la
existencia de esta para otorgarle un sentido real e identitarío a la
universidad.
El
movimiento estudiantil lidero acciones en pro de la obtención de la autonomía
universitaria llevando a cabo para ello actividades de modo organizado que
dieron lugar a estructuras estudiantiles como el Círculo de estudios jurídicos
y sociales (C.E.J.I.S) y la célula activa de estudios marxistas.
El
C.E.J.I.S. jugo un rol primordial en la redacción del ante proyecto de
autonomía que fue producto de la mixtura del trabajo realizado entre el estudiantado
y cuerpo docente que organizaron actividades de divulgación y alegación para el
conocimiento del contenido del ante proyecto y la importancia de que se
cumpliesen los objetivos que esta tipificaba.
El
logro de la autonomía universitaria se vio impulsada por la intervención de
figuras emblemáticas en la historia de esta alma mater como el doctor Mariano
Fiallos Gil quien fue uno de los asesores del ante proyecto de ley y quien se
suma a los esfuerzos del movimiento estudiantil por lograr la anhelada
autonomía en su periodo de rectoría en 1958.
Tras
el logro que significo obtener la autonomía universitaria, los ataques de parte
del gobierno hacia este derecho fueron constantes y después de 1958 el
movimiento estudiantil se armó de una experimentada filosofía y actuar
revolucionario para mantener inviolable el recién adquirido derecho.
Eventos
como la masacre estudiantil de 1958, cartas
abierta de Arnoldo Alemán Sandoval y discurso de Anastasio Somoza Debayle del 2
y 21 de Julio de 1969, la investigación de las supuestas enseñanzas históricas
de la UNAN en 1976 dirigidas por Cornelio Hueck y el ataque al RURD en 1979
son cuatro momentos cumbres que evidencian el actuar del movimiento estudiantil
en pro de la defensa de una autonomía universitaria verdadera e integral.
Bibliografía
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America. Managua.
Baltodano, M. (2010). Memorias de la lucha sandinista.
Managua: Mónica Baltodano Marcenaro.
Bernheim, C. T. (2008). 50 años de Autonomia Universitaria
(1958-2008). Leon: Editorial Universitaria UNAN-Leon.
GALVES, I. C. (1982). Estado y clases sociales en
Nicaragua. Managua: Blas Real Espinales.
Gil, M. F. (1958). Humanismo Beligerante. Leon:
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Gil, M. F. (1994). A la libertad por la universidad y
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Guerrero, M. R. (2009). Crónicas del movimiento
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UNAN-Leon.
Menjivar, D. C. (1985). Movimientos populares en
centroamerica. San Jose: EDUCA.
TRINCHERA. (27 de 06 de 2014). De la noticia TRINCHERA.
Obtenido de De la noticia TRINCHERA:
http://www.trincheraonline.com/2014/06/27/escanos-y-la-unan-leon/
Urbina, M. D. (1979). Universidad y sociedad en
Nicaragua. Leon: EDITORIA UNIVERSITARIA UNAN LEON.