domingo, 16 de febrero de 2020

Las mujeres en la historia de Nicaragua - voces del feminismo nicaraguense.




Sergio José Hernández Briceño

Las mujeres en la historia de Nicaragua La lucha por el voto de las mujeres y los años de la dictadura somocista, en ese tiempo la lucha que rompe con esa tradición y con el “permiso” social limitado es la de lograr su voto, una de las primeras reivindicaciones exclusivas de las mujeres para sí. Buscó el reconocimiento del carácter de ciudadanas con derechos y responsabilidades, con derecho a decidir y a elegir. En Nicaragua fue una larga lucha. La encabezó una mujer de las precursoras del feminismo en el país: Josefa Toledo de Aguerri.

Muchas se unieron al ala femenina del Partido Liberal (porque no se imaginaban militando en el Conservador) bajo el lema: Dios, orden y justicia, aunque tuvieron posiciones conservadoras especialmente sobre la familia y las mujeres, así como el rol de la Iglesia Católica. El Ejército Defensor de la Soberanía Nacional liderado por Augusto C. Sandino incorporó a mujeres en sus filas, pero con roles tradicionales: enfermeras, cocineras y como agentes de correos. No se les reconoció un papel de liderazgo o igualdad en su participación.

La cercanía del grupo de mujeres feministas liberales con el gobierno y el Partido Liberal no facilitó o agilizó la lucha por su derecho al voto en Nicaragua. Somoza temía que la mayoría estuviera más cerca de los conservadores que de los liberales.

Mujeres votando por primera vez en Nicaragua, fuente La Prensa
El voto para las mujeres se dio, finalmente, en 1956, por una decisión de Somoza, haciéndolo parecer una dádiva que se debía “agradecerse eternamente” al tirano. Se desvirtuó y se le quitó el contenido a una lucha y a un movimiento feminista para responder a los intereses de un partido y de un dictador, manipulando la demanda. Nicaragua es, junto con El Salvador, de los penúltimos países en reconocer este derecho. Después de ellos, sólo quedaba Paraguay, que lo reconoció hasta 1961.

La lucha por el voto ha sido uno de los más importantes porque representa el pleno goce y derecho político de elegir, como se mencionaba anteriormente los casos de Francia, Inglaterra, EEUU, Nicaragua no estaba lejos de esa realidad, este derecho se otorgó en tiempos difícil como la dictadura de Somoza pero que simbolizó la lucha latente por el amparo y adjudicación de los derechos de las mujeres que habían sido negados.

Cuando surgió el Frente de Liberación Nacional en 1961 (se convirtió después en el Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN), planteó en su Programa la reivindicación de la igualdad de las mujeres y las integró desde muy temprano de muchas formas, incluyendo militarmente. Se reconoció que el FSLN fue de los movimientos guerrilleros latinoamericanos que mayor participación de mujeres tuvo.

En los 70, se gestó AMPRONAC (que aglutinó a mujeres de clase media, pero también de estratos populares que Asociación de Mujeres por la Problemática Nacional), demandaban mejores condiciones de vida e igualdad. Integró a madres y familiares de guerrilleros, asesinados, presos y desaparecidos, pero también reivindicó los derechos de las mujeres como el derecho a expresiones de movimiento popular y derechos rurales con mujeres.


AMPRONAC - Fuente - la corriente
Con la creación de la AMPRONAC muchas mujeres se vieron favorecidas por la asistencia que esta les brindaba. El hecho de demandar mejores condiciones de vida e igualdad constituía y constituye ahora la lucha por la que las mujeres han venido abriendo espacios en la sociedad a fin de garantizar su bienestar y reconocimiento de derechos.




Si en los años 70s se logró el derecho a expresiones de movimiento popular, ahora es fácil observar como las mujeres se organizan y salen a las calles cuando se sienten vulneradas, demandan algún derecho o bajo cualquier contexto en que se desarrollan. No obstante, los derechos de las mujeres rurales aún se encuentran limitados a pesar de las nuevas políticas públicas como el empoderamiento de la mujer rural, el acceso a créditos, tierras, viviendas.

De acuerdo con (Hamlin & Quiroz, 2014), en materia jurídica se dio la reivindicación del concepto de Derecho y la concientización a la población en general y en especial a las mujeres que tenían iguales derechos, nació la oficina legal de mujeres que asistió a miles en el reclamo de pensiones alimenticias, reconocimiento de hijos e hijas y otros.

Los reclamos de pensiones alimenticias y reconocimiento de hijos e hijas eran muy comunes antes y donde la figura masculina muchas veces no aceptaba su responsabilidad para con la mujer o los hijos, actualmente existe un importante cuerpo jurídico como es el Código de Familia que resalta y garantiza el rol de la familia.

Con el derrocamiento y durante la lucha contra la dictadura de Somoza, las mujeres asumieron papeles diversos: como brigadistas de salud en la insurrección, correos, guerrilleras, dirigieron acciones militares y de masas, mantuvieron la protesta civil viva, fueron comunicadoras de las ideas revolucionarias, gestoras de solidaridad. Esto se reflejó al momento del derrocamiento, donde hubo mujeres que pasaron a ocupar cargos clave en el gobierno de reconstrucción, aunque, nuevamente ahí, se expresaron sus distintas visiones.

Presidenta electa Violeta Barrios - Fuente la Prensa
Por un lado, se integró a Violeta Barrios de Chamorro a la Junta de Gobierno por ser viuda de un connotado dirigente opositor asesinado. Por el otro, se reconoció el rol fundamental de algunas al darles el grado de Comandante Guerrillera o al ubicarlas en puestos clave con poder. Es la primera vez que se reconoció notoriamente el papel de las mujeres y se les dio posiciones importantes como para que la sociedad nicaragüense reconociera el cambio.



El Estado nicaragüense, se transforma ya en los 80s en un actor importante de promoción de la mujer, con la promulgación del Estatuto Fundamental de la Nación, base de la nueva Constitución, que recogía preceptos básicos contenidos en los instrumentos internacionales, y la igualdad jurídica entre hombres y mujeres. A la vez ratifica instrumentos de la Organización de Estados Americanos y la Organización de Naciones Unidas como la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer.

La Revolución generó una solidaridad internacional sin precedentes, masiva y diversa. Uno de los aspectos determinantes fue el importante papel de las mujeres y el espacio que tenían en el proceso que atrajo la atención de feministas internacionales, especialmente de las que eran y venían de la izquierda, que veían con esperanza la diferencia entre lo que se sucedía en Nicaragua en comparación con los países llamados “socialistas”, donde las mujeres seguían teniendo un lugar secundario, con poca participación en estructuras de poder.

Las nuevas leyes y el reconocimiento formal de algunos derechos abrieron posibilidades para las feministas dentro del FSLN. Surgió así la Oficina Legal de la Mujer de AMNLAE (Asociación de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza) que jugó un papel importante para acompañar a miles en el reclamo de pensiones alimenticias, reconocimiento de hijos e hijas y otros. Pero pronto se percataron de la cantidad de mujeres maltratadas por esposos, compañeros de vida y parejas ocasionales.

Sobre el aborto en los años 80, por ese tiempo, se dieron las primeras discusiones acerca del aborto. Existía una regulación en el Código Penal desde 1837que lo permitía si estaba en riesgo la vida de las mujeres, siempre que fuera aprobado por una junta de médicos. La muerte materna era un problema serio, así como los embarazos no deseados y los abortos realizados en condiciones inseguras. Esto llevó a discutir la necesidad de legalizar el aborto como en Cuba y brindar el servicio en el Sistema de Salud Público.

Como sabemos es un tema sensible, considero que la prohibición del aborto infunde temor en las mujeres ya que sus vidas corren peligro, se les niega la autonomía y derecho a elegir, lo cual no es correcto, por ejemplo, en casos de embarazos de alto riesgo debería aceptarse el aborto, puesto que prima la vida de la mujer, además debe considerarse su derecho a la salud.

Hamlin & Quiroz (2014) existieron mayores espacios donde se garantizarán sus derechos y protección:

Se dieron espacios organizativos y luchas de las mujeres durante los 80, con la elaboración de la Constitución Política que dio campo para ello; se propició la participación masiva de las mujeres en cada cabildo y consulta. Se demandó un cabildo nacional de mujeres donde se recogieran demandas, desde la igualdad de derechos hasta el castigo a la violencia, pasando por el aborto y muchos otros. Al mismo tiempo, se dio la puja por la conformación de secretarías de la mujer en cada organización de masas de la revolución, mismas que se articularían con AMNLAE. (p.6)

Paralelamente, las nicaragüenses iban adquiriendo cada vez más presencia y reconocimiento en espacios internacionales, lo que les permitió nutrirse de ideas y experiencias y recibir respaldo político y económico de otras feministas.

Con las elecciones de los 90 y las implicaciones para las mujeres, surgieron muchas ONGs y grupos, algunos por los derechos de las mujeres, otros tratando de rescatar programas impulsados en los 80 de educación de adultos, salud, de organización, etcétera.

La incidencia de las organizaciones de mujeres hacia el gobierno llevó a la instalación de la primera Comisaría de la Mujer en el Distrito V de Managua el 23 de Noviembre de 1993, al fortalecimiento y a una cierta autonomía del Instituto Nicaragüense de la Mujer (INIM), así como a la creación del Consejo Nacional contra la Violencia, el Consejo Nacional de Salud, la Comisión Nacional de Lucha contra la Mortalidad Materna y en 1995, el decreto del Ministerio de Salud que declaró la violencia intrafamiliar como un problema de salud pública.

Se da una serie de encuentros y desencuentros de mujeres acerca de cómo organizarse, dar luchas, establecer prioridades, mecanismos y relaciones con el gobierno, entre otros, fue un período de gran actividad, definiciones y discusiones apasionadas. En cierta medida, como era de esperarse; por casi una década las mujeres habían estado nucleadas en torno a una sola fuerza y visión: la del partido. Los 90 dan la oportunidad de redefinirse y eso pasó por un período de acomodo y de precisar cada quien su espacio y su autonomía.

Hamlin & Quiroz (2014) De 1997 a 2006:

El gobierno de doña Violeta concluyó en enero de 1997 y dio paso al gobierno de Arnoldo Alemán, con un partido más estructurado, el Partido Liberal Constitucionalista, apoyado fuertemente por la jerarquía de la iglesia católica y algunas iglesias evangélicas a partir de prebendas y beneficios fiscales. (P.6)

Al inicio, impulsó la creación de un superministerio de la familia como concesión a la jerarquía católica por su respaldo electoral. Éste asumiría el Instituto de la Mujer, con grandes poderes, especialmente en el área de la reproducción social y de control ideológico. Las organizaciones de mujeres identificaron el peligro que representaba para sus derechos y se opusieron desde el inicio.

Con Violeta Barrios de Chamorro, las organizaciones de mujeres no vivieron en la gloria, pero tuvieron espacios para opinar y empujar demandas de manera efectiva. Con Arnoldo Alemán se caracterizó por la corrupción, acercamiento a la jerarquía católica y negociaciones con el FSLN, desprecio a los derechos humanos, especialmente los de las mujeres, autoritarismo y persecución a quienes les criticaran o se opusieran a sus órdenes.

Las ONGs fueron las primeras en sentirlo con el intento por reformar la Ley 147 que regulaba su funcionamiento. Como la oposición fue importante y ellos estaban creando ONGs no siguieron ese camino, sino que optaron por el castigo con impuestos y otras formas de persecución.

Con el gobierno de Enrique Bolaños las organizaciones de mujeres adquirieron mayor reconocimiento como actoras políticas en el quehacer nacional. Las principales organizaciones participaron en la demanda de castigo para Alemán Lacayo por sus actos de corrupción y para Ortega por su abuso sexual.

En el 2007 quedó claro que los derechos de las mujeres no pasaban de ser un lugar común en los discursos políticos y que la vida de las mujeres era fácilmente usada por el FSLN como moneda de cambio en las negociaciones.

Hamlin & Quiroz (2014) con el regreso del FSLN al poder:

Desde el FSLN se hicieron numerosos esfuerzos para “organizar” su movimiento; primero, fue con el Movimiento de Mujeres “Blanca Arauz”, sobre todo utilizando mujeres campesinas; luego, fue con el Movimiento de Mujeres Sandinistas de las estructuras partidarias e instituciones gubernamentales, y más recientemente, con las beneficiadas de los programas sociales, como Hambre Cero o Usura Cero. (p.12)

A través de las políticas públicas poco a poco se ha tratado de garantizar la restitución de derechos de las mujeres y se ha buscado la equidad, sin embargo hace falta fortalecer el estado de derecho, más allá de evocar un marco legal muchas veces infuncional. Son las estructuras, los recursos humanos sensibles y destinación de recursos financieros necesarios, así como una comunidad consciente, quienes podemos hacer la diferencia.

miércoles, 5 de febrero de 2020


"El rol del facilitador para abordar el enfoque de las nuevas masculinidades"

Sergio José Hernández Briceño

Metodológicamente resulta una apuesta social clave la selección no solo de un adecuado perfil profesional sino también personal para hombres que asumen la facilitación de los procesos en nuevas masculinidades. Existen muchos factores que de forma constante ejercen presión sobre las personas que deciden incursionar y dedicarse a estos grupos de hombres para ser factor clave en la gesta por nuevos procesos de cambios.

Hombres en formación sobre nuevas masculinidades
Dentro de los factores que indican las capacidades y habilidades de quienes asumen este tipo de compromiso social de género y masculinidad, destaca en primera instancia un compromiso político hacia la equidad de género, un sentido coherente del accionar del facilitador de estos procesos hacia los preceptos que promueve en sus roles de promotor comunitario, habilidades empáticas, escucha activa, capacidad reflexiva in situ y sensibilidad ante la emisión de mensajes o códigos que no parten hacia una reflexión profunda, interpretación del entorno o el ambiente inmediato del grupo participante en los espacios formativos y vivenciales.


Hombres que integran los equipos técnicos de las organizaciones e instancias promotoras de estos procesos a nivel nacional, han adquirido a partir de su involucramiento en la formación conocimientos que le permitirán modificar sus actitudes, aptitudes y conductas, todo en función de aportar en aminorar, las causas y efectos de la VBG aportando de esta forma a un entorno amigable y seguro.

Desde la opinión de este grupo de hombres la información asimilada en función de la desconstrucción de masculinidades hegemónicas, incluye un grado de sensibilización y concientización sobre los derechos de las mujeres y promueven los compromisos de cada hombre para aportar desde su formación al bienestar personal, familiar y social.

Los compromisos sociales demandan la elaboración y cumplimiento de metas inteligentes para aplicar sus conocimientos adquiridos y concretizar cambios en las formas de pensar, sentir y actuar, debiendo para ello desplazar el modelo clásico y hegemónico de la masculinidad.

Se trata de flexibilizar las identidades masculinas desde espacios reflexivos en función de los aspectos positivos que incluyen las mismas y el reconocimiento de los costos que tiene asumir modelos clásicos de las masculinidades asignadas, los hombres deben reconocer la necesidad de desaprender para incorporar nuevos saberes y prácticas, aportando así a una cultura de paz.

Rechazando la violencia hacia las mujeres
Según la experiencia de actores claves con trayectoria en el trabajo con hombres, es estratégico promover la transversalización del enfoque de nuevas masculinidades hacia cada escenario laboral y persona, asi lograra ser dimensionada su importancia para cada escenario posible en la familia, comunidad. Claro está que la información aporta en la elaboración de mayores argumentos para abrir debates acerca de los mitos, creencias y otros elementos presentes en el imaginario social que normalizan la discriminación y violencia hacia las mujeres.


Patrick Wesh en su obra: “El significado de ser hombre”, hace mención de la importancia que tiene el grado académico y la edad del facilitador que asuma estos procesos. Sin embargo también se aclara el hecho de no menospreciar a las personas jóvenes que asumen este tipo de compromiso con sí mismos y con sus pares. Por ejemplo al abordar el tema de la paternidad responsable, una persona joven puede abordarlo desde su rol de hijo y no necesariamente de padre (en caso de no tener hijas/os).

Por otro lado, la experiencia en el trabajo comunitario con hombres, evidencia el hecho de que los mensajes y las acciones de concientización realizadas a forma de réplicas y entre los mismos actores comunitarios, genera resultados positivos, al grado de prever sostenibilidad comunitaria, más allá incluso de los grados académicos que los hombres ostenten.

De esta forma la transmisión y aceptación de un mensaje que insta a la no violencia puede ser escuchado y aceptado con mayor disposición, debido a que se genera una especie de confrontación entre emisores y receptores que en sinergia están tratando de hacer frente a un sistema que no les permite dimensionar las consecuencias de su accionar en los ámbitos individuales, familiares y comunitarios.

Los comunitarios seleccionados para realizar replicas en sus comunidades acerca de la necesidad de no ejercer violencia, ni justificarla, logran sentir que están en una etapa de sus vidas en donde requieren su mayor disposición para ser el referente positivo y de cambio para muchos hombres y familias de su comunidad. Así lo expresa el señor Natividad Reyes.

 “Esto de compartir con otros hombres no es sencillo, es como dar los primeros pasos en algo que nos convenía ignorar, es prácticamente empezar de nuevo y con muchas críticas, pero luego te das cuenta que cambias no por los demás, sino por ti y claro por tu familia” (Reyes, 2018)

Una sociedad que no promueve el desaprender desde lo hegemónico como algo favorable para la comunidad misma, generalmente sabrá encontrar diversas formas para predisponer a otros hombres que tratan de sumarse al cambio positivo. Por ello las risas, los comentarios despectivos y los propios señalamientos es algo común para los hombres que deciden integrarse como oyentes y promotores de igualdad, derecho y equidad entre las mujeres y los hombres.

domingo, 2 de febrero de 2020

Ensayo histórico alusivo a la obtención de la autonomía universitaria.


"El Movimiento Estudiantil en la conquista y defensa de la autonomía universitaria".

Sergio José Hernández Briceño
Introducción

La obtención de la autonomía universitaria representa un logro cuyos antecedentes en ámbitos latinoamericanos se remontan a una época de clérigo en donde la educación superior estaba sujeta a la libre manipulación del poder ejecutivo o bien del sistema eclesiástico.

El eco revolucionario latinoamericano de una situación dificultosa para la educación superior llego hacia los actores sociales más incidentes en este contexto nacional: “los universitarios” quienes representan un sector social con plena capacidad organizativa empleada como apoyo para que el movimiento estudiantil crease estructuras lo suficientemente capaces de afectar e incidir en los engranajes políticos y jurídicos que demandaban ser reformados por parte del sector estudiantil.

El movimiento estudiantil encontró apoyo de parte de los sectores populares de la sociedad y de figuras académicas y jurídicas como el doctor Mariano Fiallos Gil, Carlos Tunnermann y Eduardo Conrado Vado. Quienes en el actuar mixto y destinado a una meta en común lograron que en el año de 1958 fuese alcanzada la autonomía universitaria.

Este logro para la educación superior representa los esfuerzos de muchas generaciones de estudiantes y sociedad civil que emplearon los medios necesarios para lograr obtener un derecho inalienable para las universidades donde se aboga por la formación académica, personal y social de los jóvenes que acceden a este sistema educativo.

Para el desarrollo del presente ensayo se hizo una investigación documental exhaustiva con la que se procedió a la recopilación, lectura y análisis del material bibliográfico empleado para presentar el escrito.

Desarrollo.

El movimiento estudiantil es parte de una corriente latinoamericana en cuyo contexto del siglo XIX se impartía una formación donde el dogma religioso era influyente en una educación superior, esto se debía precisamente a que “Las universidades de América Latina son casi todas de origen español y hasta la revolución universitaria, el espíritu de estas universidades se conservaba arcaico basado en prejuicios religiosos y sin progreso apreciable” (Menjivar, 1985)

Dicha revolución universitaria consistía en la ruptura de los esquemas religiosos que aliados con el poder ejecutivo realizaban intervenciones constantes en los centros universitarios.

Movimiento estudiantil de córdoba.
Finalmente las inconformidades de los estudiantes latinoamericanos se ven manifiestas en la universidad de córdoba en Argentina, representando la reforma de Córdoba (1918) un modelo con el “que los estudiantes latinoamericanos definen su proyecto estudiantil y universitario, el proyecto cordobés planteaba entre otros objetivos la autonomía universitaria como condición fundamental para evitar el control estatal” (Menjivar, 1985, pág. 255)

Estos anhelos de una autonomía universitaria eran sentires similares en todos los contextos universitarios latinoamericanos, destinándose en función de este sentir actividades desarrolladas por el movimiento estudiantil cuyo propósito era la reforma de una realidad social adversa a los deseos y anhelos del estudiantado.

Los estudiantes en Nicaragua retomaron el modelo cordobés como forma de frenar la intervención del poder ejecutivo en las gestiones realizadas a lo interno de la universidad, precisamente porque el movimiento estudiantil estaba enfrentando “En la década de los 40 y 50 el principal objetivo de obtener la autonomía. Igualmente se establece la inviolabilidad de los recintos universitarios, definiendo espacios democráticos en los momentos de grandes tensiones” (Menjivar, 1985, pág. 245).

Los propósitos del Movimiento estudiantil eran claros, sin embargo sus metas estaban en contraposición con los intereses de una clase burguesa y política cuya perpetuidad en el poder representaba mayores intereses que las demandas transmitidas por los estudiantes. Consientes de esto al inicio del año electivo de 1939 a 1940 en el mes de Julio las diferentes escuelas eligen sus representantes y forman la asamblea general de la directiva del Centro Universitario. Sin embargo las inconformidades estudiantiles y su crítica seguían viéndose expresadas en actividades culturales como el teatro, poesía, carnavales y veladas. (Guerrero, 2009, págs. 27-29).

Recinto, UNAN - León, fuente archivo UNAN
Pese a lo expresado anteriormente el movimiento estudiantil logra evolucionar irónicamente a partir de la clausura de la universidad de Granada, momento a partir del cual “la juventud universitaria nicaragüense encontró su Alma Mater en la centenaria Universidad de León, fundada en 1816 y elevada a categoría Nacional el año de 1947” (Bernheim, 2008, pág. 4)

Esta acción de cerrar más universidades represento una reforma positiva para el movimiento estudiantil debido a que a partir  de ese acto existían más voces a favor del cambio y reforma social; tras la unión de sentires y pensares revolucionarios la legitimación de un espacio democrático a lo interno de la universidad era una necesidad compartida bajo un contexto en el que se reprimía la opinión pública o se mantenía extinta la voz de un pueblo ante las inconformidades e injusticias vividas en la época de la dinastía somocista.

A partir de esta unión estudiantil se comenzó a manifestar “la inquietud de los estudiantes, inconformes con el régimen administrativo de su Universidad, entregada por completo a las directrices del Ejecutivo a través del -Ministerio de Educación Pública amo y señor de los destinos del Alma Mater”. (Bernheim, 2008, pág. 2)

Es por esto que históricamente se considera que “El movimiento estudiantil ha jugado un destacado papel político en Centroamérica. Cuando los gobiernos cierran los canales de participación popular” (Menjivar, 1985, pág. 242). Esto debido a que la unión de los estudiantes representó un fuerte social en el que estos actores claman a una sola voz sus demandas y necesidades en los planos políticos, sociales, económicos, académicos entre otros.

En respuesta a las represiones que el gobierno imponía sobre el movimiento estudiantil se funda en “1952 En Nicaragua el círculo de Estudios Jurídicos y Sociales (C.E.J.I.S) que elaboró un proyecto de universidad autónoma bajo la influencia de los reformistas argentinos”. (Menjivar, 1985, pág. 262). Una universidad autónoma significaba para todo el estudiantado libre practica de una democracia política y respeto por los recintos universitarios en donde estos jóvenes se estaban formando.

La búsqueda de la autonomía sin duda evidenciaba que las represiones del tirano no estaban doblegando al movimiento estudiantil sino que por el contrario estaban dándole a esta organización herramientas y formación de una filosofía revolucionaria empleada para contrarrestar el contexto social que se estaba viviendo.

Mariano Fiallos Gil - Padre de la autonomía Universitaria
El proyecto de autonomía incluyo la asesoría del doctor Mariano Fiallos Gil quien manifestaba en relación a este proyecto lo siguiente. “Esperamos que el supremo gobierno sepa comprender que la vida de un país, su prestigio, su futuro y su grandeza, dependen de la función educativa y que esta debe emanar en todos sus aspectos de la universidad” (Gil, 1994, pág. 44).



Simultáneamente a la elaboración del proyecto de autonomía “el grupo de "EL CEJIS" organizó un ciclo de Conferencias para estudiantes y Catedráticos, sobre los diferentes aspectos de la Autonomía Universitaria” (Bernheim, 2008, pág. 22).  Esta acción emitida de parte del movimiento estudiantil dio pase a la “creación de un Comité Permanente Pro- Autonomía Universitaria del cual fue nombrado Presidente uno de los miembros del CEJIS, el estudiante Br. Carlos Tünnermann Bernheim” (Bernheim, 2008, pág. 23)

Claramente las actividades que el movimiento estudiantil estaba desempeñando en relación al logro de la autonomía estaban gestando estructuras políticas a la que los estudiantes irían sumándose a favor de la obtención de este logro histórico para la nación.

Las acciones del movimiento estudiantil estaban en pro de la función educativa y formadora en ámbitos académicos y sociales, que representaban uno de los intereses principales del ante proyecto, entendiéndose con ello que la universidad debería de ser democrática y libre de influencias externas que afectaban a esta alma mater, por ello el “El anteproyecto… contempla la autonomía universitaria para el desarrollo armonioso de los estudios superiores de la nación” (Gil, 1994, pág. 42).

La propuesta del proyecto para la autonomía universitaria se basaba entre otros ámbitos en la ampliación de la misión de esta alma mater que “sólo contemplaba la finalidad profesional y científica, olvidándose de la finalidad social que hoy en día no puede pasar inadvertida ya que la Universidad debe también formar en el estudiante una amplia conciencia social” (Bernheim, 2008, pág. 5)

Lo expresado con anterioridad da testimonio de que la búsqueda de la autonomía universitaria era análoga a la búsqueda de un desarrollo integral donde existirían beneficiarios directos (gremio estudiantil) e indirectos (la sociedad en general); el ante proyecto de la autonomía tipificaba algunos fundamentos entre los que destacaban “la libertad de pensamiento, de catedra y de investigación pues la libertad es el único clima propicio para lograr lo que buscamos: la formación de una juventud capaz de enfrentarse a las dificultades de la ciencia y de la sociedad en la que vivimos, de resolver sus problemas y de sentirse incorporada y responsable al destino del pueblo nicaragüense” (Gil, 1994, pág. 42).

La formación integral del estudiante era un aspecto prioritario reflejado en el ante proyecto de la autonomía universitaria en el que de igual modo se manifestaba el interés por asegurar la formación de un actor social positivo y provechoso en las esferas sociales, políticas, económicas del país, por ello se abordaba la prioridad de “Ser escuela de civismo dice el anteproyecto y lo dice porque se sabe que un estudiante llegara a ser un líder, un privilegiado de la inteligencia y de la conciencia, para encabezar la vida de la sociedad. (Gil, 1994, pág. 42)

Finalmente el anteproyecto fue “a finales de 1953 extendido a la población y posteriormente llevado a discusión el 5 de Octubre de 1955  para ser rechazado por la mayoría del congreso somocista” (Bernheim, 2008, págs. 41-42). Sin embargo tras este rechazo el movimiento estudiantil trabaja en pro de fungir voces críticas en contra de un sistema de estado que resultaba ser benevolente para la minoría poblacional y accidentado para un sector social más amplio.

“En el mes de Octubre de 1955, el Comité de Acción Permanente Pro-Autonomía Universitaria, consiguió la colaboración del Diputado al Congreso Nacional, Doctor Eduardo Conrado Vado, para presentar por su medio el Proyecto de Ley Orgánica para la Universidad” (Bernheim, 2008, pág. 23). En el momento en que se estaba desarrollando los alegatos en relación a la pronta y necesaria aprobación de la ley, el movimiento estudiantil organizo grupos para que hiciesen presencia en la sala de audiencias portando cartelones que citaban lo siguiente: "La Autonomía Universitaria por una Patria mejor"; "Venimos los Universitarios por la Autonomía"; "Queremos la Autonomía sin distingos políticos"; "La Autonomía es una necesidad Nacional"; y otros” (Bernheim, 2008, pág. 24).

Sin embargo pese a todos los esfuerzos se rechaza el proyecto de ley de la autonomía por una abismal diferencia de 23 votos en contra y 3 a favor, acusándosele al proyecto de ley como anticonstitucional, este acto expresaba la forma en la que las autoridades políticas del país estaban “repudiando así los más caros anhelos de la parte más valiosa de la juventud nicaragüense: los estudiantes universitarios, y castigando con ese rechazo la postura, siempre digna y libre de los universitarios ante la dictadura” (Bernheim, 2008, pág. 32).

Tras este fracaso el movimiento estudiantil empieza a organizar frentes políticos académicos que encuentran su manifestación más clara para “1956 cuando en Nicaragua empieza a funcionar una célula activa de estudios marxistas (de la que formaban parte Carlos Fonseca Amador y Thomas Borge) cuyos militantes controlaban el periódico “El Universitario” y en 1959 se crea la juventud patriótica de Nicaragüense (estos miembros de las dos organizaciones pasaron luego al Frente Sandinista de Liberación Nacional  fundado en 1961)” (Menjivar, 1985, pág. 248).

La situación del contexto nacional tras la no aprobación del proyecto universitario implicaba que la figura de Somoza Debayle “pasaría a la historia como enemigo del progreso intelectual del país, pues un país sin Universidad, no sería civilizado y la Universidad sin Autonomía, no es verdadera Universidad, sino apenas un triste remedo de ella” (Bernheim, 2008, pág. 27).

Las presiones del movimiento estudiantil por la conquista de la autonomía universitaria no cesaron, al contrario las injusticias cometidas avivaban la llama de todos los estudiantes quienes emplearon los medios necesarios para lograr lo que por derecho le era justo.

Las constantes presiones del colectivo de estudiantes sumadas a la toma de rectoría asumida por el Doctor Mariano Fiallos Gil en 1957 “revelaba un cambio de actitud en la política del Gobierno en relación con los destinos del Alma-mater por ser el Doctor Fiallos persona alejada de los ajetreos políticos”. (Bernheim, 2008, pág. 40).

El doctor Fiallos dejo clara su postura inerte en los ámbitos políticos y abogó por la causa emprendida por el movimiento estudiantil la cual había compartido desde antes de la toma de su actual cargo, entre las condiciones que el doctor propuso estaban las siguientes "Apoliticidad Universitaria, Autonomía Relativa y completa autoridad del Rector en el Alma Mater” (Bernheim, 2008, pág. 46).

Estudiantes marchando por su autonomía universitaria. 
Cuatro meses después de que el doctor asumiese su cargo para “Septiembre de 1957 estaba listo el Anteproyecto de Ley Orgánica de la Universidad Nacional que fue profusamente distribuido entre el estudiantado y el cuerpo de profesores con el propósito de conocer la opinión del universitariado sobre el mismo. (Bernheim, 2008, pág. 50)



Haciéndose efectivo en marzo de 1958 que “el señor Presidente rubricaba el Decreto Número 38 que contiene la Ley Orgánica de la Universidad Nacional, concediéndole Autonomía económica, administrativa y docente”. (Bernheim, 2008, pág. 60).

La autonomía era la voz clara en respuesta a una demanda sentida y meritoria de una pronta solución precisamente porque a como lo expreso el Doctor Mariano Fiallos Gil “los universitarios forman un gremio completamente aparte a lo que se les supone una dignidad de tipo exclusivo” (Gil, 1958, pág. 38)

Las formas en la que los estudiantes se organizaban revelaban la importancia que tiene “La representación estudiantil como arma reivindicativa y política de gran efectividad para las luchas internas, la autonomía universitaria ganó un espacio democrático respetado a nivel nacional y la acción social universitaria  actuaba como un valioso medio de articulación con las masas populares” (Menjivar, 1985, pág. 269).

Sin duda alguna el protagonismo, liderazgo e incidencia del movimiento estudiantil en pro de “La autonomía universitaria es y ha sido siempre desde el pronunciamiento de córdoba (Argentina) uno de los postulados alrededor del cual gravita la política universitaria hispanoamericana” (Bernheim, 2008, pág. 6). La corriente filosófica revolucionaria del movimiento estudiantil en ámbitos latinoamericanas encontraba finalmente su manifiesto en este logro histórico.

Pese al logro que representó para el movimiento estudiantil obtener la autonomía, posteriormente se dio pase a un contexto accidentado donde las demandas del movimiento estudiantil se re direccionaban hacia la defensa de la joven autonomía y la obtención de un mejor financiamiento precisamente porque “La autonomía sin financiamiento adecuado no permite un amplio desarrollo universitario y menos aún la democratización de la enseñanza” (Menjivar, 1985, pág. 262).

El movimiento estudiantil tras el logro de la autonomía logro adecuarse a una línea más revolucionaria y organizativa con la que pretendía defender por los medios que fuese necesario su derechos a la educación democrática y gratuita, tras la conquista de la autonomía “se le permitía al estudiantado tener mayor libertad de expresarse…existía un poco de seguridad ante la represión de la guarida nacional y la participación estudiantil en las juntas universitarias. (Guerrero, 2009, pág. 42)

Ejemplo de esta libertad se manifestó en el comunicado que el movimiento estudiantil emitió debido a la llegada de Milton Eisenhower (representante de los Estados Unidos a Nicaragua) en 1958 a Nicaragua en el que se le exigía que se respetase la soberanía del pueblo nicaragüense e independencia del mismo en referencia a los juicios que este personaje pudiese emitir en relación a la situación del país.

Existen cuatro momentos posteriores a la conquista de la autonomía universitaria de 1958 que evidencia las acciones comandadas por el movimiento estudiantil en defensa por el reciente logro de la educación superior, en cada uno de estos cuatro momentos el rol del movimiento estudiantil se exalto como un espacio del que emanaban acciones beligerantes.
El primer momento hace alusión a la masacre estudiantil de 23 de Julio de 1959 cuando el Doctor Mariano Fiallos Gil estaba reunido con Somoza abordando aspectos relacionados a la situación de la universidad.

La noticia del conflicto entre estudiantes y Guardia Nacional desarrollada ese día había llegado a los oídos de Somoza justo en el momento en el que el doctor Fiallos Gill daba inicio a sus argumentos por los cuales era pertinente otorgársele a la universidad un mayor presupuesto constitucional, Somoza interrumpe los alegatos del rector para expresarle que había ocurrido un incidente en León y que era meritoria su presencia en ese incidente, en el que algunos estudiantes habían sido “golpeados”.

Titular de la Prensa, fuente LA PRENSA
“El incidente seria recordado por el martirologio nicaragüense como la masacre estudiantil; al final los muchachos golpeados resultaron ser cuatro estudiantes muertos y ochenta heridos”. (Urbina, 1979, pág. 225). Entre los estudiantes muertos figuraban los nombres de José Rubí Somarriba, Mauricio Martínez Santamaría, Erick Ramírez Medrano y Sergio Octavio Saldaña González.

El acto de la masacre estudiantil teñía de sangre el alma revolucionaria de todos los dirigentes estudiantiles que comprendían que para lograr un cambio real, las acciones debían ser más fuertes que antes. Los cuatro estudiantes caídos cumplían con la frase célebre de Edgar ¨la gata Munguía” quien consideraba que “Los verdaderos Héroes no son los que esperan vivir de la revolución, los verdaderos Héroes son los que dieron la vida por la libertad y la revolución” (TRINCHERA, 2014)

Cuatro días después de la masacre el doctor Fiallos se pronunció en el diario Novedades con un telegrama en nombre de la universidad denunciando el acto de cobardía en contra de jóvenes estudiantes indefensos…. cuyas únicas armas portadas durante su desfile de novatos eran sus palabras, nobleza, patriotismo y generosidad juvenil. (Avendaña, 1960, págs. 127-128)

Titular de la trágica noticia.
Desde esta masacre estudiantil del 23 de Julio el movimiento estudiantil CUUN se forjo de nueva cuenta con mejores estrategias de organización, lucha y compromiso ante las acciones y legados que los jóvenes mártires les habían heredado a las nuevas generaciones estudiantiles.

En efecto la nación estaba de luto y el movimiento estudiantil retornaba a las dinámicas académicas con una visión distinta y un alma revolucionaria más encendida que antes. Ejemplo de estos actos fueron, huelgas de hambre y marchas de protestas constantes como la organizada en Julio de 1969.

La marcha de 1969 irritó a las autoridades políticas como el Doctor Alemán Sandoval y Anastasio Somoza Debayle quienes emitieron respectivos comunicados donde acusaban a las universidades de ser las causantes del clima de intranquilidad que vivía la población nicaragüense, estas acusaciones amenazaban con lesionar los avances que se estaban ejecutando en favor de la autonomía universitaria.

Ante dichas probabilidades la Junta Universitaria emitió un pronunciamiento justificando las acciones que llevaban a cabo los integrantes del movimiento estudiantil, manifestando entre otros aspectos lo siguiente: “Nuestra actuación se ajusta a los altos intereses de la Universidad y de la patria…. Si a veces reacciona violentamente (el estudiante) es en gran parte porque reciben los jóvenes el ejemplo de los adultos: el uso de violencia en muchos casos sin más sentido que el del ejercicio de la violencia por la violencia misma (Urbina, 1979).

Para la fecha de 1967 (Enero-Febrero) las acusaciones sobre la universidad seguían versando entre las figuras políticas a tal grado de que se creó una comisión de la cámara de diputados comandada por Cornelio Hueck (quien era presidente de la cámara de diputados), todo con fines de conocer el tipo de cátedra y enseñanza que se le estaba inculcando al estudiantado, así mismo se pretendía conocer las posturas políticas que tenían los estudiantes y la institución como tal.

Indagar sobre el tipo de cátedra impartida en esta alma mater representaba un acto que violentaría los logros obtenidos a raíz de un esfuerzo constante e incasable del movimiento estudiantil. Para contrarrestar las acciones previamente descritas la comunidad universitaria teniendo como rector a Mariano Fiallos Oyanguren; crea la comisión pro defensa de la autonomía universitaria, para defender la libertad de cátedra y autonomía universitaria.

El cuarto momento notorio en la defensa de la autonomía universitaria aconteció el día 30 de Enero de 1978 en horas de la mañana, cuando un bus del RURD fue tomado por casi 50 jóvenes universitarias para dirigirse hacia la sede de la ONU en donde había una concentración civil que reclamaba por respuestas acerca del paradero de muchos de sus familiares que en el clamor de la guerra yacían desaparecidos, estas acciones eran promovidas por la Asociación de la Mujer Nicaragüense ante la problemática Nacional (AMPRONAC).

Las acciones en contra de esta manifestación fueron pronto ejecutadas y todas las universitarias que habían tomado el autobús del RURD fueron presas y asechadas durante la trifulca por gases lacrimógenos y gas mostaza. La indignación de tal noticia consterno a los estudiantes universitarios del RURD y de todos los recintos que hubiesen tenido noción de lo ocurrido.

Los universitarios del RURD expresaban a una sola voz su inconformidad cuando de repente: entre las colinas que bordean por el sur al Recinto Universitario Rubén Darío (RURD) apareció un helicóptero de verde-camuflaje que bajando a la altura de las acacias dejo caer entre cuatro y seis bombas lacrimógenas…. Treinta minutos después el helicóptero regreso dejando caer sobre la cabeza de cinco mil estudiantes, profesores, trabajadores, un promedio de doscientas bombas lacrimógenas y vomitivas. (Urbina, 1979, pág. 240)

Cada uno de los actos descritos con anterioridad evidencian la forma en la que el movimiento estudiantil se encontraba imbuido en la problemática nacional y los logros obtenidos a raíz de la unión de este colectivo estudiantil que se conformaba no solo por estudiantes universitarios, sino también por estudiantes de niveles de secundaria, cuerpo administrativo y docencia que ansiaban un cambio que fuese beneficioso para los propósitos de formación académica, personal, cultural y social de la universidad.

Si bien es cierto “Toda la historia de la educación de Nicaragua hasta 1977, está cargada de intromisión y dependencia, en su interior se gestaron organizaciones tan contrarias a la dominación y tan radicales como el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), Asociación Estudiantil de Secundaria o la Federación Nacional de Maestros de Nicaragua o movimientos como la de la Autonomía Universitaria, la lucha por el 2% para la  UNAN”  (GALVES, 1982, pág. 208)

Las organizaciones estudiantiles mencionadas con anterioridad nacen de una fricción de clases sociales en la que el movimiento estudiantil logró aliarse con la clase obrera y popular de la nación con quienes se identificaban en sus necesidades.

Fotografía tomada del mural universitario.
Cabe destacar que en relación al FER esta organización estudiantil tuvo entre sus dirigentes estudiantiles al muy conocido Edgard “la gata Munguía” quien fue presidente del CUUN (1969-1970) y era el máximo jefe del FER en León, este dirigente estudiantil protagonizó un rol importante desde la universidad a la revolución popular sandinista cayendo abatido en Yaoska el 13 de septiembre de 1976” (Baltodano, 2010, pág. 6).

Contando con la filosofía revolucionaria que guio a Edgar Munguía durante su trayectoria y a fin de frenar los atropellos constantes en contra de la autonomía universitaria vividos en un contexto de guerra es que en 1978 el CUUN se dirige a las organizaciones juveniles de mujeres y gremiales para formar un solo frente cuyas siglas serian M.P.U (Movimiento Pueblo Unido). (Guerrero, 2009, pág. 129).

La meta principal del M.P.U era brindar apoyo a la revolución popular sandinista y el derrocamiento del tirano “El M.P.U estaba formado por 22 organizaciones entre ellas: Movimiento estudiantil de secundaria (M.E.S), Frente Estudiantil Revolucionario Marxista-Leninista ( F.E.R.M.L), Asociación de Estudiantes de la UCA, Centro Universitario de la Universidad Politécnica, Asociación de Profesores del Recinto Rubén Darío (APRUD), entre otros” (Guerrero, 2009, pág. 130).

Las luchas por la obtención y defensa de la autonomía universitaria lideradas por el movimiento estudiantil dan muestras de los logros generados a partir de las alianzas estratégicas entre estudiantes universitarios y la clase popular de la nación.

Estas alianzas estratégicas al mismo tiempo evidencian la forma en la que el movimiento estudiantil ha estado en favor del bienestar social abogando por los actores que han representado desde siempre el futuro de la nación: “la juventud”, cabe destacar que los actos pro autonomía universitaria pasarían a los logros históricos de la nación al igual que las luchas emprendidas en apoyo a la revolución popular sandinista y las luchas estudiantiles del 6 % constitucional, dando testimonios estos eventos del tipo de juventud universitaria y revolucionaría que habita en el país.

 Conclusiones

La Autonomía Universitaria es considerada como un eco sonante en toda Latinoamérica desde la reforma de la universidad de córdoba ameritándose la existencia de esta para otorgarle un sentido real e identitarío a la universidad.

El movimiento estudiantil lidero acciones en pro de la obtención de la autonomía universitaria llevando a cabo para ello actividades de modo organizado que dieron lugar a estructuras estudiantiles como el Círculo de estudios jurídicos y sociales (C.E.J.I.S) y la célula activa de estudios marxistas.

El C.E.J.I.S. jugo un rol primordial en la redacción del ante proyecto de autonomía que fue producto de la mixtura del trabajo realizado entre el estudiantado y cuerpo docente que organizaron actividades de divulgación y alegación para el conocimiento del contenido del ante proyecto y la importancia de que se cumpliesen los objetivos que esta tipificaba.

El logro de la autonomía universitaria se vio impulsada por la intervención de figuras emblemáticas en la historia de esta alma mater como el doctor Mariano Fiallos Gil quien fue uno de los asesores del ante proyecto de ley y quien se suma a los esfuerzos del movimiento estudiantil por lograr la anhelada autonomía en su periodo de rectoría en 1958.

Tras el logro que significo obtener la autonomía universitaria, los ataques de parte del gobierno hacia este derecho fueron constantes y después de 1958 el movimiento estudiantil se armó de una experimentada filosofía y actuar revolucionario para mantener inviolable el recién adquirido derecho.

Eventos como la masacre estudiantil de 1958, cartas abierta de Arnoldo Alemán Sandoval y discurso de Anastasio Somoza Debayle del 2 y 21 de Julio de 1969, la investigación de las supuestas enseñanzas históricas de la UNAN en 1976 dirigidas por Cornelio Hueck y el ataque al RURD en 1979 son cuatro momentos cumbres que evidencian el actuar del movimiento estudiantil en pro de la defensa de una autonomía universitaria verdadera e integral.

Bibliografía


Avendaña, R. S. (1960). Masacre estudiantil; Taller America. Managua.

Baltodano, M. (2010). Memorias de la lucha sandinista. Managua: Mónica Baltodano Marcenaro.

Bernheim, C. T. (2008). 50 años de Autonomia Universitaria (1958-2008). Leon: Editorial Universitaria UNAN-Leon.

GALVES, I. C. (1982). Estado y clases sociales en Nicaragua. Managua: Blas Real Espinales.

Gil, M. F. (1958). Humanismo Beligerante. Leon: UNAN-Leon.

Gil, M. F. (1994). A la libertad por la universidad y otros ensayos. Managua: Nueva Nicaragua.

Guerrero, M. R. (2009). Crónicas del movimiento estudiantil nicaragüense (1939-1979). Leon: Editorial Universitaria UNAN-Leon.

Menjivar, D. C. (1985). Movimientos populares en centroamerica. San Jose: EDUCA.

TRINCHERA. (27 de 06 de 2014). De la noticia TRINCHERA. Obtenido de De la noticia TRINCHERA: http://www.trincheraonline.com/2014/06/27/escanos-y-la-unan-leon/

Urbina, M. D. (1979). Universidad y sociedad en Nicaragua. Leon: EDITORIA UNIVERSITARIA UNAN LEON.